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¿GILIPOLLAS?. Mi niño no ha cumplido aún veintiún meses y ya pronuncia entre cien y doscientas palabras. Y entiende muchas, muchas más. No exagero: cuenta hasta diez, se sabe los principales colores (aanja, ojo, zul, aillo, erde…), conoce por su nombre de pila a todos los familiares, amigos y peluches afines… Es más, igual hasta me he quedado corto y ya supera las doscientas palabras. En fin, ayer soltó su primer taco: estábamos en el salón, jugando con el chuchú (el tren), cuando, sin venir a cuento (creo yo), le dijo al amor de mi vida: «¡Gilipollas!» Se tapó la boca al ver la cara que habíamos puesto.
Publicado el lunes, 18 de abril de 2005, a las 12 horas y 34 minutos
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