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«VOLTA». BJORK
Bjork me deslumbró en el 93. Fresco y atrevido como la colonia Farala, ese «Debut» me sacó la cabeza de debajo del indie rock de la época y me obligó a pegar, aunque solo fuera una oreja, al pop electrónico.
Con el tiempo y unas pinzas depilar, la entonces cejijunta islandesa, ha ido moldeando una carrera casi impecable. Cada nuevo disco viene precedido por una oleada de expectación que le da dos cuerpos de ventaja respecto al resto de competidores. Sus discos suelen incluir una dosis de riesgo y dos o tres hallazgos/extravagancias que le dan ese plus intelectual (¡puagh!) que cotiza en la bolsa de tendencias.
También es cierto que si uno, las tendencias se las pasa por el forro, sólo verá en Bjork a una frikie arrivista, que siempre se acerca al sol que más calienta (ahora tocan Antony y Timbaland). Por cierto, ¿no es eso lo que siempre ha hecho Madonna?

Yo soy prisionero de Bjork. Me hipnotizó hace una década y me tiene sorbido el cerebro. Pero hoy, de camino al trabajo, con su nueva «Volta» de tuerca enchufada al oído, Matrix ha tenido un desgarro, y por un momento me he dicho. ¡Qué mal canta la jodía! Siempre el mismo tono monocorde. Si parece que lleva quince años cantando la misma cosa.

Y ¡zas!, el continuo espacio-tiempo se ha restaurado. Pero toco el disco con los dedos (el primero que me compro desde hace varios años) y noto algo extraño. No sé, no sé…

bjork.com

Publicado el lunes, 11 de junio de 2007, a las 18 horas y 58 minutos

«BEYOND». DINOSAUR JR
Para el director de el Conciertazo de Radio Nacional de España, los clásico serían Mozart, Bach, Beethoven. Para mi abuela, un clásico era Machín. Para Carlos Tena, Little Richard. Para Alaska, Raphael. Para mi hermano, Bad Religion. Para mí, los clásicos son Dinosaur jr. Y han vuelto. Dos de los talentos naturales del indie de finales de los 80 y principios de los 90, enemigos presuntamente irreconciliables, han sellado una tregua que ojalá no sea temporal. Spielberg sabía lo que se hacía. Bienvenidos al Parque Jurásico.
Han despertado, y todavía están aquí.

Publicado el miércoles, 9 de mayo de 2007, a las 18 horas y 38 minutos

MERENDILLA WORST NIGHTMARE
Se abre el telón. Sale un tío con gafas de pasta y dice: «El nuevo de los Arctic Monkeys no me dice nada». Antes de que el primer tomatazo resuene contra su careto, se cierra el telón.
Al mismo tiempo, a miles de kilómetros al norte, Alex Turner, nota un molesto escozor en sus partes pudendas. Se rasca y la mosca busca otros horizontes.
En ese instante en las oficinas de Domino un escribano en cuclillas anota en su ábaco otro millón de libras. Clink

Publicado el miércoles, 18 de abril de 2007, a las 18 horas y 09 minutos

BASURA TOXICA EN FIGUERES
Mi plan para el viernes consistía en ir al concierto de La Costa Brava en la Sala Savoy de Gijón. Una nube tóxica me lo impidió.
Sería un buen comienzo para una película de serie Z. Desgraciadamente es mi triste realidad. «Velocidad de Crucero» se ha convertido en uno de mis discos de cabecera en la última semana, aunque es cierto que en estos tiempos que corren los discos me duran en el mp3 un suspiro. Pero yo quería ir a verlos.
Sin embargo las fuerzas del mal hicieron que el día señalado una nube de gas con concentraciones de Co2 al no sé cuantos por ciento se extendiera sobre la población de Langreo (Asturias) amenazando la vida de cientos de personas y mi plan del viernes. De los cientos de amenazados, todos gozan de excelente salud, o al menos no peor del que tenían hasta ahora. Yo en cambio, me perdí el concierto. Mi arriesgada profesión de redactor de provincias me mantuvo pegado al teletipo durante toda la mañana, la tarde y principios de la noche. Los minutos se me iban cayendo de los dedos, mientras Fran Fernández y Sergio Algora afinaban las cuerdas. Para cuando comenzaban a sonar los primeros acordes yo sudaba de desesperación. «Armageddon» tuvo su Bruce Willis. Nadie vino a salvarme a mí. El periodismo es una vocación, dicen. Y una mierda.

Publicado el lunes, 16 de abril de 2007, a las 19 horas y 08 minutos

«FRIEND OPPORTUNITY». DEERHOOF
Soy de los que opinan que lo mejor del fin de semana es el comienzo, cuando el viernes, al salir del curro, tienes ante sí un pastel de dos días, intacto, con sus churretes de crema y sus guindas bien colocaditas. A medida que pasan la noche del viernes y la mañana del sábado, y le vamos cortando trozos, la tarta va perdiendo lustre, el merengue se va secando y la masa cada vez está más dura. O sea, que al final el banquete finisemanal puede resultar un completo fiasco. En cambio, nada nos estropeará el momento viernes: una catálogo infinito de posibilidades para hacer lo que queramos con ellas; en la mayoría de los casos arruinarlas.

Todo esto para decir que Deerhoof es un grupo especializado en coser arranques memorables de canciones, uno tras otro: espídicos, bucólicos o solemnes, uno detrás de otro en un mismo tema. Pequeños frankenstein de viernes tras viernes, decenas de salidas de Fórmula Uno, finales de la Champions en el minuto uno, relaciones sentimentales recién iniciadas, cenas delicatessen con la carta todavía en la mano, a punto de correrte pero todavía no. Pues así me suena, me sabe, me huele la música de Deerhoof.

Canciones perfectas que se dejan caer desde lo alto de un rascacielos de cincuenta pisos para que se rompan los huesos. Genial música fraturada. La perfecta melodía inconclusa.



deerhoof.killrockstars.com

Publicado el miércoles, 28 de marzo de 2007, a las 18 horas y 15 minutos

«NEON BIBLE».THE ARCADE FIRE
«La banda más grande del mundo». Sobre poco más o menos decía un reciente titular a propósito de The Arcade Fire. No tengo muy claro si es la banda más grande o la más grandilocuente, pero me de igual. Me encantan los ataques de entusiasmo desaforado. La prensa musical británica es especialista en este tipo de histerismo, y yo sería lector asiduo de haber logrado avanzar en mis rudimentos de inglés. Pero este titular en cuestión estaba redactado en castellano de San Millán de la Cogolla y se refería a una banda canadiense; aún así el regustín fue idéntico al que me provocaría el New Musical Express (si es que todavía existe).

Es cierto que si las declaraciones rotundas tienen un mínimo de sustancia detrás, como que la cosa se hace más llevadera. Y éste es el caso. El impersonator vocal de David Byrne y sus muchachos/as son para mí gusto de lo más excitante del momento. Y digo excitante como anglicismo, por tirarme el rollo NME. Exciting!!!
Siempre se habla del difícil segundo disco, como si el primero fuera fácil. Y ellos llevan dos aciertos de dos intentos. Mejores que Gasol.

Voy por la segunda escucha, y a la altura del cuarto tema, ese brutal «Intervention», el órgano catedralicio me hace levitar sin sonrojarme. Hay otra forma de ser épico sin que se te ponga cara de bobo o de Bono.

Son muchos (10) y son demasiado. Las tercera new wave a calzón quitado.



www.arcadefire.net

Publicado el lunes, 5 de marzo de 2007, a las 17 horas y 31 minutos

M DE METRO Y DE MP3. Como un Rústico en Dinerolandia he pasado el fin de semana en Madrid. Y me he dado cuenta de que la villa y corte no es distinta que cualquier ciudad provinciana. Simplemente es más grande, y consecuentemente todos los fenómenos sociales se reproducen a mayor escala. Mi fenómeno es el emepetresismo, o la fiebre del emepetrés. El metro, auténtico tubo de ensayo social, es un desfile de infectados por este síndrome. O quizá supongo demasiado. En realidad en el metro solo se ven cables y auriculares, pero nadie puede asegurar al cien por cien que al final de la cuerda haya un flamante dispositivo de almacenamiento masivo. ¿Se mueve el pie de esta joven piercingnada de labio a oreja siguiendo algún ritmo tribal, o quizá es el traqueteo del vagón el que marca el compás? Esa ha sido una de mis paranoias.

Para despejar la cabeza de tan tontas elucubraciones decidí dedicarme a un juego menos (¿menos?) obsesivo: adivinar la música que suena en las orejas de tanto autista con billete metrobús. La chica mona, Bisbal; el negrata de pantalonazos ‘cagaos’, Nas o Snoop Dogg; la ‘crustie’ de los calentadores raídos, algún grupo tipo La Polla. Me canso enseguida del juego. Mi muestrario de estereotipos es reducido y acabo adjudicando siempre los mismos artistas.

Cambio de tercio y ahora juego a algo mucho más gratificante para mi ego. Soy yo el que decido la música de todos los mp3 de la línea Pitis-Las Musas. Les he deleitado con una sesión de mis últimas adquisiciones. No pueden quejarse, ha sido variadita y nutritiva. Sol con The Shins, oscuridad con Burial, un poco de desfase con Klaxons, rock clasicote con Rickie Lee Jones, y mi preferida del momento, una estrella enseñándonos a cantar como una ídem, Kristin Hersh. Les ha gustado a todos, unos tamborileaban con lso dedos, otros movían la cabeza. Yo les miraba, y sonreía esperando un guiño o un pulgar hacia arriba. Muchos me tomaron por un pervertido.

Publicado el lunes, 26 de febrero de 2007, a las 17 horas y 04 minutos

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Ilustración de Toño Benavides
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