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DUDA METÓDICA. En 1941, durante un partido de fútbol jugado en Pamplona, al árbitro se le estropeó el cronómetro y se jugaron varios minutos más de la primera parte. En esa falsa prolongación se marcó un gol.
Vino la protesta a la Federación. La respuesta fue clara: validez del gol. El razonamiento, bizantino: "Igual que un fuera de juego no lo es de no ser apreciado por el árbito, el fuera de tiempo tampoco podría serlo".
El eterno problema de si la realidad depende del ojo o el ojo de la realidad.
Publicado el martes, 14 de noviembre de 2006, a las 8 horas y 45 minutos
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