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CUÉLGATE. Ahora que hemos roto relaciones con la Real ya se puede contar.
Éramos pequeños y estábamos pasando el verano en el pueblo. Había un abuelete de San Sebastián y sus nietos nos contaron que una mañana, en vez de espuma de afeitar se había aplicado concienzudamente pasta de dientes en el mentón y la barbilla. Nos moríamos de risa.
Esta mañana, frente al espejo que nunca miente, me he aplicado concienzudamente Colgate en la zona de la barba. Cuélgate, me he dicho.
Moraleja: es más lo que nos une que lo que nos separa.
Publicado el miércoles, 8 de noviembre de 2006, a las 8 horas y 57 minutos
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