¿UN ANZUELO?. Quienes sostienen que el fútbol (por no decir los deportes de masa, en general) es el nuevo opio del pueblo pueden apoyarse en
esta noticia que hoy publica
El Mundo: La Iglesia Evangélica ha comprado los derechos de retransmisión del próximo Mundial para emitir los partidos en sus templos. Silvia Román, la corresponsal del diario, apunta que los párrocos no podrán cobrar a los hinchas que entren a ver los partidos. No buscan un beneficio económico: «
El objetivo de la Iglesia Evangélica es el de atraer a los ciudadanos a los templos. Y si el fútbol es un buen anzuelo, pues que piquen».