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CONFIDENCIAS. Los sanfermines, como toda fiesta que se precie, nos traen a viejas glorias que siguen fijas en el cartel. No ha faltado María Dolores Pradera con su eterno drama a cuestas, pero al que no me esperaba es a Luis Aguilé, centro de mis pequeños odios de la adolescencia en materia musical.
Luis Aguilé ha revelado una cosa que quizá lo explique todo y lo disculpe ante la historia: ha dicho que en los años sesenta, los norteamericanos le propusieron ser la contrafigura de Elvis Presley.
Ser contrafigura, menudo oficio.
Publicado el sábado, 14 de julio de 2007, a las 12 horas y 57 minutos
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