www.bestiario.com/guindilla/d.php?id=6

¡BATACAZO!. Ojito con la farola... Que no se puede mirar al tendido y andar. ¡Qué lechazo se dio el jodío! Y todo por fardar.

Y bien jodío que quedó por la cara de dolor que exhibía. Y eso que al darse cuenta de que le miraba, posó como un campeón, intentando dar una imagen de autocontrol. De aquí no ha pasado nada.

¿Qué miras payasa si soy todo un apuesto elegante galán, dotado de una hermosura sin igual? Eso pensaba, te lo puedo garantizar.

El pimpollo salía de una clínica de decoración. Y por su jeta, creo que no sólo le acababan de quitar las vendas de una cirugía de nariz u oreja, sino también de la cabeza.

No tengo nada en contra del espíritu de superación que todos llevamos instalados en nuestro corazón. Pero no comparto el entrar en un quirófano para arreglar una chapa y pintura imposible de cambiar.

Lo digo, porque la belleza exterior se puede modificar, pero la INTERIOR es imposible de implantar. Y la verdad, a algunos, más que tratarlos con el bisturí, había que amputarlos.

–¿Qué me recomienda doctor?
–Hay que aniquilar de raíz el problema. ¡Amputar desde la cabeza!

Yo cuando quiero ver gente plastificada e irreal, me voy al museo de cera. Pero eso de encontrarme así sin anestesia, un ser disecado y envasado al vacío, lo llevo más que mal, ¡fatal! ¡Y en horas de servicio!

Que digo yo: ¿Esto me lo cubrirá el seguro?

¿Puedo ir a la mutua y pedir la baja porque me ha noqueado un espanto de muñeco, de esos que en Navidad se dirigen todo tiesos al portal?

¿Me pagarán el psicólogo, o he de superarlo yo sola con terapia de amigas, frente a un café y a una sacarina?

A los comerciales nos tenían que pagar un plus por peligrosidad. Por manejar y estar en contacto con la cruel realidad.

Yo de haberlo sabido no... ¡SÍ! Definitivamente, sí.

Reconozco que me ha gustado ver besar con tanta frescura e ímpetu a esa escultural farola. La pobre no tenía culpa alguna, y seguro que ahora la va a costar quitarse todas esas cremas y potingues que ese pollo la ha traspasado sin preguntar.

¡Pobre farola! Pobre. Tengo que pasar a verla mañana. Quizá si el batacazo ha sido tanto como ha sonado, la desdichada haya menguado tanto que se haya convertido en una linterna.

Pobre. Si es que iba como loco... Seguro que se dirigía y venía de una pasarela. De una pasarela mental, porque son de los que, al andar, esperan que o bien aplaudas, o bien les hagas una reverencia. Siempre claro, con la boca abierta por la impresión y el honor. Como si nunca hubieras visto un soplagaitas mayor. Digo un bellezón.

De verdad lo siento por la farola... La puede haber pegado cualquier cosa. No quiero entrar en si a él sus cremas le vuelven dos segundos más joven, porque sin lupa y sin alcohol, no puedo opinar. Pero lo que me da miedo, es que a lo que a unos les hace retroceder en el tiempo, a otros les puede reducir en exceso.

Los ejemplos son muchos y variados: el que nos ocupa, le vamos a estudiar:

La misma crema aplicada de golpe (¡Soy buena!), en ese, vamos a llamarle hombre, le produce estupidez y arrogancia, y puede a la vez que le disminuya el cerebro. Harto difícil en este caso, pero vamos a contemplarlo. Y recupere unos segundos de tiempo, algo así como con cada aplicación, recuperar el lapso que tardamos en estornudar. O como mucho en bostezar.

Pero ese mismo tratamiento aplicado en otro material con más luces. Con muchas más luces, para que nos vamos a engañar. La puede retrasar en el tiempo y mutar.

¿Y si se convierte en linterna?

¿O en luciérnaga?

¿Tenemos que pagar todos los ciudadanos ese estrago?

¡Claro que no hay dinero en las arcas para carreteras! Si continuamente tenemos que reponer farolas y otros elementos, a los que su escaso movimiento, les haga no poder escapar cuando les ataquen de lleno.

¡Una vergüenza! ¡Una auténtica vergüenza!

Hay otros casos de reacciones bien distintas ante un mismo agente externo. Sin ahondar, digamos, por ejemplo: Un título. A una persona normal, el sacárselo le da cultura y saber estar. Y a otros el comprarlo les produce imbecilidad. Cierto que los epígrafes cambian: Ingeniero de caminos... Conde Duque del Águila Imperial...

Y ya ves, se sienten más, como si no se sentaran como todos, con las posaderas y doblando las piernas.

¡Ellos no! ¡No las doblan! Deciden cambiar a una posición aún más ventajosa. Y por supuesto no se sientan con el culo. Reposan su columna grácilmente y con salero.

¡Cómo cambian las cosas y cómo las hacen cambiar!

Cómo somos los humanos... a veces, no parecemos ni de la misma especie. Gustan las diferencias, y a mí cada vez más. ¿Si no de quién me voy a carcajear?

En la variedad está el gusto. Pero, a veces, no nos tiene porqué gustar.

Me despido con la única frase, que los de su clase, dicen sin pensar, pero que es verdad.

–¿Qué esperas obtener con ese cuerpo antinatural y esa postura tan antisocial?
–¡La paz en el mundo! (Parafraseando a Miss Inteligencia Artificial)

Ya ves, les das un título, y la silicona del cerebro hace el resto.

Y yo digo para terminar: ¿Los fabricantes de pinturas para humanos, provocan esos efluvios para que vayan directamente al cerebro, o es una casualidad que sólo sepan balbucear pareciendo estúpidos e insulsos?

¿Es una casualidad?

Otro expediente X que queda pendiente.

[Versión para imprimir] [Enviar]

Publicado el martes, 15 de noviembre de 2005, a las 0 horas y 30 minutos


[1] Luces.. Las que le faltan a él. La que ella derrama sobre tu impetú de comercial.
¿ no sería que la neurona de él derrapó como consecuencia de los afeites impregnados en su faz?.¿ no sería que la luz de ella le cegó?.

P.D. Bienvenida al mundo de la bitacora.
Comentado por El Puñalón | 15/11/2005 11:53
[2] Gracias. Bien hallada.. Reconozco que contemplé la posibilidad de que mi reflejo le cegara. Pero la desheché: Todo reflejo se parece un poco a la imagen copiada. Y me dejo las venas largas si en algo me asemejo a ese narcisista soplagaitas.
Más bien creo, que algo le hizo el efecto espejo... y no pudo evitar mirarse... y ¡ZACA!... Atentado contra un bien común indefenso y sin patas.
¡Pobre farola! Iluminando, y así se lo pagan.
Comentado por Guindilla | 15/11/2005 16:40
[3] Guindilla, Rosa, creo que tienes una virtud que debes explotar: tus vicios (aunque a veces pienso lo contrario).

Bienvenida.
Comentado por el mantenido | 15/11/2005 16:59 | http://www.bestiario.com/mantenido






Ilustración de Toño Benavides
L M X J V S D
1 2 3 4 5 6 7
8 9 10 11 12 13 14
15 16 17 18 19 20 21
22 23 24 25 26 27 28
29 30
  
  





Bitácoras de Bestiario.com:
Afectos Sonoros | Cómo vivir sin caviar | Diario de una tigresa
El mantenido | El ojo en la nuca | Fracasar no es fácil
La cuarta fotocopia | La guindilla | La trinchera cósmica
Letras enredadas | Luces de Babilonia| Mi vida como un chino



© Bestiario.com 2004
bestiario@bestiario.com

Un proyecto de TresTristesTigres