www.bestiario.com/luces/d.php?id=21

UNA DE CHINOS. Cuando Betaville no tiene tiempo o ganas de ir al cine (que para todo hay en esta vida), a veces le da por alquilar una película oriental en el videoclub de la esquina. Pues bien, una vez congregada la familia, y apenas iniciados los títulos de crédito, la abuela de este cronista tuerce el gesto y pronuncia con voz oracular: “Uf, una de chinos”. He de decir que nunca había entendido muy bien a qué se refería mi abuela hasta ver La casa de las dagas voladoras, que es, en toda su expresión, y con mucho dramatismo, una de chinos, otra más.

Zhang Yimou, que durante un tiempo fue el último emperador de la quinta generación de directores chinos —La linterna roja, Qiu Ju, Vivir—, pareció caer en desgracia cuando lo abandonó su musa Gong Li, que a lo peor hasta le escribía las películas. Así, ni su imitación del Wong kar-Wai más frenético —Keep Cool—, ni sus ejercicios de minimalismo a lo Kiarostami —Ni uno menos—, lograron reverdecer los laureles de antaño. Y, para colmo, irrumpieron en los festivales de cine las cabezas visibles de la sexta generación de directores chinos —Zhang Yang, Jia Zhang-Ke—, que, como todos los nuevos artistas, incluían en su programa el asesinato de los padres, a quienes consideraban aburridos, anquilosados y, finalmente, reaccionarios. Ante un panorama tan desolador, Yimou tuvo que hacer un ejercicio de estilo consistente en reinventarse a sí mismo. Y le salió muy bien. Hero siguió siendo lapidada sin piedad por la crítica más sesuda, que le afeó los paralelismos con Tigre y dragón, de Ang Lee —como si Lee hubiera descubierto la sopa de ajo, cuando en realidad se limitaba a reactivar los códigos del «wu xian’pa», una mezcla de artes marciales, capa y espada y fantasía muy popular en el cine oriental—. No obstante, más allá de polémicas e influencias, Hero era una excelente película, que hacía un uso personal y nada arbitrario del punto de vista, y que encima lograba extraer de sus imágenes un cromatismo de gran belleza plástica.

La casa de las dagas voladoras se presenta, a priori, como una continuación lógica (aunque no argumental) de Hero. Sin embargo, a este cronista no le parecen equiparables ni los medios ni los resultados obtenidos por ambas. Por una parte, La casa de las dagas voladoras se pliega con mayor fidelidad a los motivos genéricos del «wu xian’pa», hasta derivar en una especie de versión cínica de Robin Hood. Por otra, la exploración cromática se pone ahora al servicio de un relato de tintes folletinescos que no siempre sabe mantener la atención del espectador. A este resultado contribuye el hecho de que casi toda la acción tenga lugar en un bosque, lo que le permite al director aburrirnos con varias gamas de verde (que siempre es mejor que aburrir a secas, dicho sea de paso), pero impide la variedad de escenarios imprescindible en toda película de artes marciales que se precie. Tampoco el juego de identidades del final consigue sorprender al espectador, demasiado acostumbrado a estas alturas a las vueltas de tuerca que incluye cualquier producción hollywoodiense. Y a ello han de sumarse situaciones quizá lógicas en el horizonte del género elegido, pero hilarantes para el espectador occidental, como la del esbirro condenado a presentarse ante sus superiores con una daga clavada en la espalda. Quedan, eso sí, la majestuosa apertura en la Casa de las Peonías y una hermosa batalla bajo la nieve, que dejan entrever lo que Yimou podría haber ofrecido si no se hubiera limitado a rodar una cinta de aventuras muy bien resuelta estéticamente, pero bastante monótona en su desarrollo.

[Versión para imprimir] [Enviar]

Publicado el miércoles, 2 de marzo de 2005, a las 19 horas y 50 minutos


[1] A veces veo chinos.... Pues parece que vimos películas diferentes... vamos, que es el mismo título, pero parece que tu ves más, o a lo mejor, es que sabes contar lo que ves. Excelente crónica.
Comentado por David Gil. | 03/3/2005 21:56
[2] Gracias. Me acabas de solucionar la duda. La alquilo yo también. Zucco.
Comentado por Roberto Zucco | 05/3/2005 14:31 | www.robertozucco.bitacoras.com
[3] rolex replica. The bezel is polished and the bottom cover of replica rolex the watch is hand-engraved.
Comentado por zh | 30/3/2018 04:30 | http://www.rolexreplicasstore.uk.com






Ilustración de Toño Benavides
L M X J V S D
1 2 3 4 5 6
7 8 9 10 11 12 13
14 15 16 17 18 19 20
21 22 23 24 25 26 27
28 29 30 31
  
  





Bitácoras de Bestiario.com:
Afectos Sonoros | Cómo vivir sin caviar | Diario de una tigresa
El mantenido | El ojo en la nuca | Fracasar no es fácil
La cuarta fotocopia | La guindilla | La trinchera cósmica
Letras enredadas | Luces de Babilonia| Mi vida como un chino



© Bestiario.com 2004
bestiario@bestiario.com

Un proyecto de TresTristesTigres