[Bestiario.com] Letras enrededadas. Nudos de la literatura entre la red y el papel

DOCUMENTALES AD HOC. Cuando no se te ocurre nada, lo mejor es ver documentales. Pero hay que adaptarlos a la situación anímica. Después de comer, nada mejor que contemplar a los leones saciados bostezar de modo terrible y sumirse en un sueño descerebrado. Cuando algo te ataca los nervios, es el momento de contemplar como los animales se zampan unos a otros. Cuando tienes un día romántico, fíjate en los pétalos, en cómo se abre una flor o extásiate ante un bello crepúsculo.

Todo esto es odioso, pero funciona. Nada más deprimente que un bello crepúsculo (ojo al separar la palabra al final de frase), nada más horrible que una pradera repleta de flores. Y, sin embargo, te abobas ante el sol poniéndose o te tumbas en la pradera como una oveja tonta.

Larga vida a las postales.

[1] O una de Silvester Stallone. Ni siquiera sé si su nombre se escribe así. Pero eliges una de esas de boxeador o de Rambo y te quedas como la seda. Tienen la ventaja de que golpean o matan a muchísimos, pero son siempre malos malosos. Y además puedes levantarte al baño o acercarte a la cocina para picotear algo, sabes que él seguirá dando trompazos cuando vuelvas, hasta ganar al final.

[2] O una de Silvester Stallone. Ni siquiera sé si su nombre se escribe así. Pero eliges una de esas de boxeador o de Rambo y te quedas como la seda. Tienen la ventaja de que golpean o matan a muchísimos, pero son siempre malos malosos. Y además puedes levantarte al baño o acercarte a la cocina para picotear algo, sabes que él seguirá dando trompazos cuando vuelvas, hasta ganar al final.

[3] O una de Silvester Stallone. Ni siquiera sé si su nombre se escribe así. Pero eliges una de esas de boxeador o de Rambo y te quedas como la seda. Tienen la ventaja de que golpean o matan a muchísimos, pero son siempre malos malosos. Y además puedes levantarte al baño o acercarte a la cocina para picotear algo, sabes que él seguirá dando trompazos cuando vuelvas, hasta ganar al final.

[5] O una de Silvester Stallone. Ni siquiera sé si su nombre se escribe así. Pero eliges una de esas de boxeador o de Rambo y te quedas como la seda. Tienen la ventaja de que golpean o matan a muchísimos, pero son siempre malos malosos. Y además puedes levantarte al baño o acercarte a la cocina para picotear algo, sabes que él seguirá dando trompazos cuando vuelvas, hasta ganar al final.